CASOS
REALES
Joshua
Gliddon
El
primer caso que contaremos es el de Joshua
Gliddon, un periodista diagnosticado de esquizofrenia.
Él
tiene 42 años y desde la adolescencia ha intentado luchar contra esta
enfermedad. Afirma que cuando le dice a la gente que padece esta enfermedad,
las personas reaccionan con miedo, lo rechazan y no quieren tener ningún tipo
de relación con él. Se sentía desorientado y le provocaba ser paranoico, llegando
a niveles en los que creía que la gente, incluso a su propia familia y amigos,
estuvieran conspirando contra él.
“Cuando
estoy enfermo siento que mis pensamientos son como si piezas de un
rompecabezas que no coinciden. Es imposible ponerlos juntos de una manera
que tenga sentido real.”
La enfermedad le ha
provocado grandes pérdidas como un trabajo tras otro, a su mujer, a sus hijos,
su casa... Joshua, después de todo esto, se planteó el suicidio, pero fue
fuerte en la lucha contra su mente. Acudió al medico y después de un año
hospitalizado y con ayuda de la medicación, es una persona razonablemente
estable.
“Tengo esquizofrenia pero estoy
decidido a no ser víctima de mi enfermedad. Es parte de mí, y he llegado a aceptar ese hecho y las
limitaciones que ello conlleva, pero no quiero que me defina.”
January Schofield
Este es el caso de January
Schofield, una niña nacida en California un 8 de agosto de 2002 que comenzó a
sufrir los primeros síntomas de la esquizofrenia en el primer año de vida.
Unas semanas antes de
cumplir tres años sus
padres, Michael y Susan Schofield, comenzaron a notar que su hija hablaba con
una “amiga imaginaria” que era una perrita, algo que en su momento no fue de
mayor preocupación. Poco después apareció 400, era un gato, y que le obligaba a la pequeña a
realizar malas cosas.
La niña empezó a
pasar más tiempo con sus amigos imaginarios, y ella misma se cambiaba el
nombre, no le gustaba que le llamaran January.
Empezó a portarse mal y aislarse de los
demás niños,hasta que su comportamiento empezó a ser perturbador, intentaba
ahorcarse y en varias ocasiones se quiso tirar por la ventana. Comenzó a ser
más violenta de lo normal.
Nació el segundo hijo
del matrimonio, y la pequeña comenzó a pegar a los padres, y ella misma
se tenía miedo.
Los padres de Jani no
dudaron en buscar ayuda profesional, pero lamentablemente no fueron
escuchados debido a que no puede ser inscrita en ningún hospital psiquiátrico
por su corta edad.
Hasta que comenzó a ir al
psiquiatra y le recetaron un medicamente el cual no dio el resultado esperado,
su pronóstico según el psiquiatra
era bipolaridad, ansiedad y ADHD .
Irinea Alonso
Este es el caso de Irinea Alonso, una mujer que permaneció
encerrada 40 años de su vida por padecer esquizofrenia. Su familia le tenía
encerrada en condiciones deplorables, sin atención médica y psicológica debido
a que era una familia de escasos recursos y no conocían el tema de la
esquizofrenia.
Sus
familiares aseguraban que su pareja no quiso saber más de ella y que por ese
motivo, se encontraba así. Pensaban que encerrándole se curaría sin necesidad
de gastar dinero.
Irinea
Alonso fue rescatada por autoridades del DIF da San Luis Potosí después de
salir publicada la noticia en el programa de Atención Ciudadana de un canal
local.